Notable repercusión del caso clínico de Felix Palma en la prensa española

Notable repercusión del caso clínico de Felix Palma en la prensa española

¿Qué es la baja visión?

No son ciegos, pero tienen verdaderas dificultades para desenvolverse en su día a día por los problemas oculares que padecen. Más de un millón de españoles ve menos del 30%.

CARMEN BARREIRO

Viernes, 13 noviembre 2020

Félix Palma acaba de jubilar su bastón. Ya no le hace falta. Lo ha cambiado por unas gafas electrónicas «muy modernas», que le han devuelto parte de la autonomía perdida hace más de dos décadas por una enfermedad ocular. «No veas cómo ando ahora. El otro día fui a caminar con mi hermano y me pasó una cosa que puede parecerte una tontería, pero para mí es alucinante. Venía una bicicleta por el lado izquierdo ¡y me aparté!», recuerda todavía emocionado este sevillano de 57 años aquejado de una retinosis pigmentaria, una patología que afecta a los ojos y que se caracteriza por una pérdida lenta y progresiva de la vista. En su caso, tiene un campo de visión muy pequeño (6 grados) y una agudeza visual de apenas un 30%, un porcentaje por el que legalmente no se le puede considerar una persona ciega –para ingresar en la ONCE es necesario ver menos del 10% por ambos ojos–, pero que le dificulta enormemente su vida diaria.

Félix es uno más del millón de españoles que sufren lo que se conoce como baja visión y a los que se les puede identificar por el distintivo en forma de ojo de color verde que suelen llevar pegado en la solapa. «Estamos en tierra de nadie. No vemos bien, pero tampoco somos ciegos», lamenta. Pero ¿qué es la baja visión y a quién afecta? «Pues ni más ni menos que a las personas que en el mejor de sus ojos y con la mejor corrección óptica posible –incluso con el tratamiento quirúrgico más avanzado– tienen una visión tan reducida que son incapaces de realizar con cierta soltura actividades de la vida cotidiana como leer el periódico, ver la televisión, reconocer caras o pasear por la calle sin temor a caerse», resume la presidenta de la Sociedad Española de Especialistas en Baja Visión (SEEBV), Amparo Alcocer. Técnicamente, el diagnóstico se refiere a las personas con una agudeza visual inferior al 30% o un campo visual inferior a 20 grados. «Hay que tener en cuenta que el de las personas sin problemas oculares es de 180», recuerda Alcocer, farmacéutica optometrista, especializada en rehabilitacion visual.

No son lo únicos. «Además de estos pacientes, también están las personas que sufren una discapacidad visual leve (visión inferior al 50%), pero que tienen problemas de deslumbramientos o de bajo contraste que les dificulta su vida diaria y que a lo mejor con solo colocarles un filtro o una ayuda sencilla les puede cambiar la vida. Hay mucha gente, sobre todo a ciertas edades, para las que poder leer o ver la televisión es vital porque es su única diversión. El simple hecho de que tengan la posibilidad de volver a ver su programa favorito, con mayor o menor dificultad, es un plus tan grande para ellos que puede llegar a evitarles una depresión», señala el oftalmólogo valenciano, Tomás Torres.

En cualquier caso, no existe una única forma de ver con baja visión sino que los síntomas son diversos; desde visión borrosa, de túnel, parcheada, ceguera nocturna, alteración de los colores, deslumbramientos… Y las causas también son múltiples. Las más habituales son enfermedades oculares como la degeneración macular asociada a la edad –la más extendida entre la población–, glaucoma, retinopatía diabética, retinosis pigmentaria o la miopía magna, aunque la baja visión también puede tener su origen en accidentes, lesiones neurológicas, malformaciones congénitas o enfermedades ingecciosas. «En el caso de los pacientes con problemas visuales por daño cerebral –visión doble, pérdida de una parte del campo visual…– pueden recuperar su visión normal con rehabilitación visual, circunstancia que no ocurre en los que padecen patologías oculares degenerativas», precisa Amparo Alcocer.

La mayoría de las personas que sufren problemas de baja visión suelen ser pacientes de edad avanzada, pero también puede presentarse en personas jóvenes, como le ocurre a Merche Bonilla, farmacéutica valenciana de 42 años que sufre una uveitis desde los 18. «Afortunadamente me valgo por mi misma, pero es cierto que tengo mis limitaciones. Por ejemplo, cuando voy a hacer la compra muchas veces no alcanzo a ver la fecha de caducidad y tengo que hacerle una foto con el móvil y después ampliarla. O puedo tardar media hora en coger un taxi porque me pueden pasar treinta por delante y soy incapaz de distinguir si llevan la luz verde», enumera. «Por lo demás, casi no te darías cuenta de mi problema. Pero lo tengo y mi cartera también lo nota», lamenta Merche. Solo los cristales de sus últimas gafas –llevan un filtro especial– le han costado «más de mil euros». De hecho, una de las reivindicaciones históricas tanto de los pacientes como de la propia SEEBV es precisamente que las ayudas a la baja visión se incluyan en el catálogo de ortoprótesis financiadas por la Administración.

 

 

TELÉFONO GRATUITO PARA CONSULTAS   900 809 482

La Sociedad Española de Especialistas en Baja Visión (SEEBV) acaba de poner en marcha una línea de teléfono gratuita para que todas aquellas personas que tengan alguna duda o consulta sobre su condición visual la puedan resolver. El teléfono estará atendido por profesionales, todos miembros de la junta directiva de la SEEBV, que atenderán las consultas y remitirán a los afectados al especialista más cercano a su domicilio en caso de que necesitasen una ayuda profesional. «Muchas veces las personas que sufren baja visión desconocen que pueden mejorar su calidad de vida con algún tipo de ayuda visual», lamenta la presidenta de la SEEBV, Amparo Alcocer.

«Soy incapaz de saber si mantengo la distancia de seguridad con otras personas»

«Tengo ganas de que termine todo esto para sentirme segura. Al no controlar las distancias, no sé si estoy a dos metros de la otra persona o a menos y eso me agobia mucho. Estos días ya ni salgo y ya me empiezo a sentir impotente». «Me causa cierta ansiedad ir a comercios, moverme en trasporte público o simplemente caminar por la calle por temor a no ser capaz de controlar los espacios». «Tareas tan básicas como hacer la compra se nos han complicado mucho. Colocar los productos en la caja a través del agujero de la mampara o localizar los guantes y el gel en la entrada de los comercios no es nada sencillo para nosotros. En general, la tensión que vivimos a diario las personas que tenemos baja visión ha aumentado desde el inicio de la pandemia». Estos son solo algunos de los testimonios recogidos en un estudio realizado por la Sociedad Española de Especialistas en Baja Visión (SEEBV) para valorar el impacto de la llamada ‘nueva normalidad’ en la vida diaria de las personas con problemas oculares importantes.

Según esta encuesta, el principal escollo con el que se han topado las personas que sufren baja visión y que se repite en las respuestas de casi todos los entrevistados ha sido precisamente el de la dificultad para mantener la distancia de seguridad con otras personas. «Además, la alteración del espacio público con la instalación de nuevas barreras, la reaordenación de las tiendas y la falta de gente en las calles ha complicado todavía más la adaptación de las personas con baja visión a esta nueva realidad», insiste la presidenta de la SEEBV, Amparo Alcocer.

Pero el confinamiento no solo ha afectado a cómo se relacionan las personas con problemas oculares en el espacio público, sino también en el privado. Uno de cada cuatro encuestados asegura haber experimentado una mayor dificultad para encontrar objetos u orientarse en su propia casa, mientras que la mitad asegura haber notado un deterioro de su calidad visual «al no poder entrenar la vista» durante el confinamiento.

AYUDAS PARA VER DE LEJOS

Lentes magnificadoras

con una ampliación de la imagen del 1% al 9%.

Filtros selectivos

que mejoran el contraste y protegen de la luz solar.

Telescopios

Permiten mejorar la visión de lejos para ver la televisión o el nombre de una calle.

Telescopios invertidos

si la pérdida de visión afecta al campo periférico.

AYUDAS PARA LA LECTURA

Lupas:

Es el sistema óptico más sencillo y fácil de usar para agrandar el tamaño de los objetos. Existen diferentes tipos: manuales, con soporte y con luz.

Microscopio o gafas-lupa:

Facilitan la visión de cerca con gran posibilidad de aumentos. Tienen la ventaja de ir montadas en una gafa dejando las manos libres.

Telemicroscopio

Permite ver de cerca pero a mayor distancia de observación que un microscopio.

NUEVAS TECNOLOGÍAS

Realidad virtual

La mayoría de estos dispositivos tienen un sistema de cámara que muestran una imagen digital a tiempo real en una pantalla. Esta imagen puede ser optimizada o ampliada para que la persona pueda leer, escribir o realizar diferentes tareas. Se puede elegir entre modelos fijos, cómo los sistemas de circuito cerrado de televisión, o portátiles, cómo las lupas o las gafas electrónicas.


Foto en cabecera.- Ricardo Roca, DOO y Especialista en Baja Visión. Óptico Certificado en RETIPLUS. Rehabilitador de Félix Palma.

Este artículo ha sido publicado en los siguientes medios:

https://www.elcomercio.es/vivir/salud/baja-vision-20201113140925-ntrc_amp.html

https://www.laverdad.es/vivir/salud/baja-vision-20201113140925-ntrc_amp.html

https://www.lasprovincias.es/vivir/salud/baja-vision-20201113140925-ntrc_amp.html

https://www.diariosur.es/vivir/salud/baja-vision-20201113140925-ntrc_amp.html

https://www.elcorreo.com/vivir/salud/baja-vision-20201113140925-ntrc_amp.html

https://www.diariovasco.com/vivir/salud/baja-vision-20201113140925-ntrc_amp.html

https://www.larioja.com/vivir/salud/baja-vision-20201113140925-ntrc_amp.html

https://www.elnortedecastilla.es/vivir/salud/baja-vision-20201113140925-ntrc_amp.html

https://www.eldiariomontanes.es/vivir/salud/baja-vision-20201113140925-ntrc_amp.html

Share this post


Abrir chat
1
Buenos días, ¿en qué podemos ayudarte?
Ir al contenido